martes, 15 de abril de 2014

Locura curandera

Hace escasamente un año tuve la oportunidad de conocer a una persona. Una persona que me ha demostrado que la Cantidad nunca estará por encima de la Calidad. Una persona que me ha hecho ver, que no importa el tiempo que lleves conociéndola, porque en cuestión de semanas, puede convertirse en una amiga de verdad. Para que lo entendáis, ella es de esas personas que te calan dentro, y una vez  dentro, es difícil dejarlas salir. Pero os la presento un poco más…

Alocada extrovertida de carácter reservado…(¡hasta que se le conoce, claro!) así es como la definiría yo. Tiende a desconfiar de la gente por naturaleza propia, y a defenderse con armadura de hierro si hace falta. Hazle daño una primera vez, y esa será la última vez que se lo hagas, pues no caerá tan bajo de ir a buscarte (ella tiene más clase), ¡pero no te vuelvas a cruzar en su camino sino quieres que te la devuelva! Camina con paso firme y segura de sí misma, sin permitir que nadie le diga lo que tiene que hacer y cómo. Y si se lo dices, posiblemente pase de ti. Pide, escucha y acepta consejos, pero a veces es demasiado testaruda para llevarlos a cabo. Decidida, si algo tiene muy claro, no le harás cambiar de opinión ni aunque el fin del mundo dependiera de ello. No le lleves la contraria, es inútil: comprobado, verificado y testado 100%. Es la reina de las mentiras piadosas, cuando hay que convencer a alguien para salir de fiesta. Ya os lo digo yo. Demasiado exigente consigo misma, un día de estos se le olvidar respirar. ¿Su tarjeta de crédito? Su mayor joya. ¿Su armario? Ya lo quisiera Beyonce! Y aunque es refinada vistiendo, a veces es mejor que no abra el pico. Pero si lo abre, seguro que ríes fijo. ¿El tequila? su perdición. ¿Con el puntillo gracioso? ni Dani Rovira le puede hacer frente! Es la chica del NO rotundo. Diagnosticada de bipolarismo en algunos aspectos. Por ejemplo, en temas amorosos, le van las contradicciones…a veces si, a veces no. No hay quien la entienda, pero a la vez se le entiende. Si te ganas su confianza, lo suyo es tuyo, pero si la quieres como pareja, que tu coche pueda superar su BMW, sino mejor ni molestarse. Para escuchar su risa no te hacen falta altavoces. Si no tienes planes, no te preocupes, en menos de tres segundos se planta en tu casa con una bola del mundo. Si pudiera, legalizaba los pingüinos como mascotas. Familiar de pies a cabeza.  Cariñosa como la que más, pasional en lo personal. ¿Presumida? Apenas. Frágil como el cristal, dura como un diamante. Pero sobre todo lo que más aprecio de ella es que es feliz  haciendo feliz a los demás. Y eso, creedme no hay dinero en el mundo que lo pueda comprar.


Nuestro lema: “porque la locura también cura”. Y ella, Siempre cura. Gracias por ser como eres, y por brindarme esta bonita amistad!

¡¡ Feliz Cumpleaños Guapaa, felices 24 añitos!!

Con cariño desde mi charco, la cerdi mayor.


Recuerda "No hay dos sin tres"

viernes, 18 de octubre de 2013

Cinco minutos

A veces me pregunto qué parte de mi cuerpo se pondrá en funcionamiento para hacer que me ponga delante de un ordenador y deje a mis manos deslizarse sobre el teclado. Pero esas mismas veces son las que termino sabiendo la finalidad por la que escribo.

Hay quienes piensan que tras mis letras se esconde una simple aficionada, una más queriendo llamar la atención o una niña que muestra la triste realidad. Si yo tuviera que contestar a esa pregunta diría que soy un poco de las tres cosas. Yo escribo porque quiero, cuando quiero, de lo quiero y sobre todo lo que yo siento. De mi propia realidad. Esa en la que participa mi yo y el resto de personas que me rodean. Esas personas que complementan lo que soy, y lo que voy siendo gracias a ellas. Y cuando hablo de ellas me refiero a personas que quiero en mi vida y a personas que no. Porque todo lo bueno es bienvenido, y de lo malo siempre se aprende.

El por qué escribo es sencillo, en mis historias el papel fundamental lo juegan otras personas. Personas que en un momento de mi vida marcan un antes y un después. Personas que representan una parte de ti en otro lugar. O justamente representa todo lo que tú no quieres.

Justamente esta entrada se la dedico a una persona especial. Una persona que me ha enseñado en muy poco tiempo el valor y el coraje de salir adelante a pesar de recibir uno de los palos más difíciles de la vida: perder a un padre siendo joven. Cuando empiezas a conocer a una persona jamás imaginas cuál es su historia, que lo lleva a actuar de una manera o a ser de otra. Jamás intuyes que tras una amplia sonrisa, se esconde una amarga historia. Que tras el sonido de una carcajada, brota una lágrima silenciada. Tendemos a juzgar sin conocer, y a conocer sin preguntar. Pero cuando dedicas cinco minutos de tu vida a escuchar, todo un mundo puede cambiar…Y así, aun sin saber por qué ni como, esa persona me escogió a mí. Me escogió entre muchos para que lo escuchara, para que dedicara cinco minutos de mi tiempo en no pronunciar una sola palabra mientras sus sentimientos afloraran.  Cinco minutos que me bastaron para saber que detrás de esa fachada había un corazón herido con ganas de luchar. Cinco minutos que hicieron que esa persona tocara la parte más sensible de mí: mis propios sentimientos. Unos sentimientos que se vieron envueltos por su capacidad de querer reponerse ante cualquier situación por grave que sea.

Hoy, quería darte las gracias a ti, tu que lees estas líneas y que sabes que van dedicadas a ti. Gracias por recordarme cuales son las cosas importantes de la vida: la familia, los amigos y las relaciones que se establecen entre ambos. Porque al final los amigos terminan convirtiéndose en familia. Gracias por ser como eres, por no abandonar nunca tu sonrisa en público aunque por dentro estés llorando. Gracias por demostrar que contigo se tiene un amigo hasta el final. Eres único y tú lo sabes. Y quien no lo quiera ver no es tu culpa. Ahora más que nunca, piensa en ti, en lo que quieres, márcate unos objetivos, lucha por ellos y no decaigas nunca en el intento. Demuéstrale a esa persona especial que se ha ido que lucharás por los dos, porque puedes. Quizás ahora es momento de dar un paso al frente, y de los grandes. De cerrar capítulos de tu vida que ya no aportan más que dolor, y abrir nuevas ventanas que te traigan aire fresco y renovado. Se feliz y nunca dejes que nadie te haga sentir lo contrario.

Quizás te preguntes porque escribo esto, pero como ya he dicho arriba, escribo cuando lo siento. Tenía la necesidad de escribir, de decirte quizás todo lo que en persona no me sale decir. Pero sobre todo para que puedas leerlo siempre que lo necesites.


No lo olvides, busca tu propia felicidad…y se muy Feliz.


domingo, 9 de junio de 2013

5 kms

Es la primera vez que voy hablar sobre algo que durante mucho tiempo me ha tenido bastante afectada, pero que creo que es hora de compartirlo…

Como cualquier adolescente, cuidar el cuerpo es uno de los objetivos para verse bien, para sentirse agusto consigo misma y verse guapa. Pero ¿que ocurre cuando en vez de mejorar, el cuerpo empeora? Ese fue mi caso. Con 19 años me detectaron hipotiroidismo, una “enfermedad” (no es grave dentro de todo lo que existe) que requiere de una pastilla cada dia y de por vida, y que entre otros efectos te hace engordar o adelgazar según la constitución de cada persona y de cómo te afecte. En mi caso fue lo primero. Cogí aproximadamente 17 kilos en muy poco tiempo, el humor lo tenía por los suelos (ya podéis imaginar a esa edad critica), para nada quería verme en un espejo, y todo me molestaba. Y para más inri, adelgazar con tiroides cuesta bastante. No pierdes peso a la misma velocidad que una persona normal. Vamos, que lo tenía todo para verme perfecta…

Pasado un año, y medio aceptado el problema, comprendí que tenía que darle un cambio radical a la situación. El tiroides no iba a desaparecer, pero todo lo que me tenía mal podía mejorar si me lo proponía. Y así fue…

Un día sin más, me levanté, me puse mi ropa de deporte y salí a correr. Digamos que hice el intento de correr, porque no pasé más de 5 minutos seguidos corriendo. Pero no iba a decaer tan pronto, me había propuesto mejorar mi autoestima y así seria. Al día siguiente, volví a enfundarme la ropa y las zapatillas, no duré mucho más que el día anterior, pero sabía que por algo se empezaba, y salir ya era un paso. El primer paso. Porque el siguiente, sería tener paciencia y ser constante. Al principio no veía los resultados, pero en cuestión de semanas todo mejoró. Sobre todo psicológicamente. Dicen que al hacer deporte se liberan  endorfinas que hacen sentirte bien, realmente bien. Y os puedo asegurar que es así… En cuestión de semanas era otra, perder peso era el menor de mis problemas, me sentía bien, contenta, pero sobre todo feliz conmigo misma por el esfuerzo que estaba haciendo, por la fuerza de voluntad que estaba teniendo. Correr comenzó siendo una necesidad y terminó convirtiendose en un hobby. Desde entonces, las salidas a correr siguen formando parte de mi día a día (con la frecuencia que puedo, claro…). Hace aproximadamente dos años de aquella primera salida…

Y así, de esta manera he llegado al día de hoy, dia en el que he participado por primera vez en una carrera oficial, y más concretamente en la Carrera Contra el Cáncer de Mama que se ha disputado en Granada. Para algunos puede ser una simple carrera, pero para otros ha significado mucho más. Estoy segura que detrás de esos 5 kms hay muchas historias que contar. En mi caso, después de superar mi problema y aceptar que tendría que convivir con tiroides para el resto de la vida, decidí ponerme como reto personal correr esta carrera, 5kms sin detenerme (teniendo en cuenta que solo soy aficionada), 5 kms que me demostraran que podía conseguir todo lo que me propusiera, 5kms que me confirmaran que Querer es Poder, 5 kms que me afirmaran que quien Lucha, Vence.  


Esta carrera tiene su valor especial. Es de esas carreras en las que cruzar la meta el primero o último tiene el mismo valor. Donde disfrutar del momento se convierte en algo imprescindible y sonreír algo necesario. Hoy vi correr a generaciones de familias, desde el nieto en carro hasta el abuelo corriendo a su lado. Vi a madres con sus hij@s, padres, niños, grupos de amig@s, parejas de jóvenes y también de ancianos. Vi a gente de todas las edades ilusionadas, sonriendo, alegrando el día al resto de personas que corríamos. Porque la sonrisa en esos momentos era contagiosa. Pero sobre todo vi corriendo a esas personas que padecen la enfermedad que da título a esta carrera. Vi a esas mujeres recorrer los 5kms de distancia que había entre la salida y la meta, vi sus caras de sufrimiento y a la vez se les veía emocionadas. Ellas son las que merecen una mención especial en esta entrada. Ellas, las verdaderas vencedoras de esta carrera. Y las que no han podido correr también. TODAS.

Cruzar esa línea de meta ha sido una de las mejores experiencias que he vivido hasta el momento, simple y sencilla pero muy especial. Volveré a repetir sin duda alguna, en Granada o en cualquier otra ciudad.


Porque hoy son ellas, pero mañana podemos ser alguna de nosotras.





jueves, 28 de febrero de 2013

Sonreir y reir.


Sería un verano diferente, algo dentro de mí me lo decía….

A principios de verano mi corazón, aun herido, se rehacía poco a poco. Tras una relación que me dejó marcada y muy dolorida, decidí que tenía que seguir adelante en cuanto a sentimientos del corazón se refería. De esta manera, mis latidos volvían a coger ritmo, y mi sonrisa poco a poco volvía a dibujarse en mi rostro. Dicen mis amigas que cuando tomo una decisión no doy marcha atrás nunca, y asi es: ¿Por qué permanecer al lado de una persona que realmente no te quiere ahí? ¿Por qué permanecer al lado de una persona que te hace mas llorar que reir? Siempre mantuve que hay que saber decir “Basta”. Que deberíamos saber establecer nuestro propio límite y no permitir que nadie nos quite el derecho a decidir hasta cuando aguantar. Hasta cuando sufrir. ¿Yo? Elegí el mejor momento para cerrar historias dolorosas y seguir adelante.

Hacía tiempo que no lo veía…de hecho hacia más de un año que no había vuelto a verlo. Venia a pasar unos días conmigo y unos amigos. Ver Granada por primera vez. Fue en aquella estación donde volvimos a reencontrarnos, estación que casualmente ahora tantas veces nos ve partir y llegar uno al lado del otro. Antes de verlo sentía ese cosquilleo que se siente ante algo nuevo, como cuando un niño va a recibir un regalo por su cumpleaños.  

Cuando mis ojos lo divisaron entre la multitud lo noté muy cambiado, diferente, más juvenil y mucho más guapo desde la primera vez que lo vi. Aunque reconozco que lo que más me llamo la atención fue su sonrisa. Esa sonrisa perenne. Pero solo era un amigo, así que solo lo vi con esos ojos. Horas después todo cambiaría...un beso inesperado dio a la historia un giro de ciento ochenta grados.  Un beso que no cambiaría en estos momentos por nada del mundo.

Pasamos unos días juntos, pero esta vez solos, sin compañía de nadie. Todo parecía sacado de un cuento. Lo que viví con él fue algo mágico, no podía parar de sonreir y de reir. De ser feliz. En definitiva porque él no sabe hacer otro cosa que eso. Pero como todo lo bueno, se acaba, y el tenía que marcharse. Verlo partir en aquel autobús me partió a mí en dos. ¿Qué había ocurrido en ese corto espacio de tiempo? ¿Qué se había despertado en mí que hacía que me sintiera tan mal? ¿tan vacía?

Sorpresa la mía, cuando él me confesó que le ocurría lo mismo. Un torbellino de emociones, sentimientos y dudas empezaron a brotar por mi cabeza. ¿Debíamos intentarlo? ¿Dejarlo tal cual? ¿Cómo una historia bonita que habíamos vivido los dos? ¿Qué pensaba él de todo esto? ¿Qué quería de mí? Estaba echa un lio, no sabía qué hacer, no quería que me hicieran daño de nuevo, pues mi corazón no soportaría otra herida más, pero lo que tenía claro es que tampoco iba ignorar lo que había pasado esos dias entre los dos y lo que me había hecho sentir. Asi que tomamos la mejor decisión que pudimos tomar: ninguna. Dejamos pasar el tiempo, y que el decidiera. Y…

Aquí estamos…juntos los dos. A 400 km el uno del otro. Demostrando que se puede mantener una relación a distancia, y que cada día va a mejor. Demostrando que quien quiere puede. Solo es cuestión de creer en ello y sobre todo confiar el uno en el otro. Gracias por enseñarme que después de la tormenta siempre llega la calma. 


Meses después puedo decir que mi corazón consiguió cerrar aquella herida abierta. Y que fue su sonrisa y ese beso inesperado los que empezaron todo esto, toda nuestra historia. Desde entonces, solo he conocido la felicidad con él...

Dejar ir a la persona equivocada, me trajo de momento y espero que por mucho tiempo, a la persona correcta.

Te quiero Adrian.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Falsas apariencias y un juego de cartas


Lo que me dispongo a escribir a continuación es algo que no debería escribir ni contar pero lo necesito y espero que ella entienda el motivo y me perdone por ello.

Hace 22 años que conozco a una chica, una amiga. Vivimos en el mismo barrio y prácticamente nos hemos criado juntas, pero nunca fuimos grandes amigas. Ella tenía su grupito de amigas y yo las mías. Pero hace aproximadamente 6 años que todo esto cambió. Un cambio radical en su vida daría lugar al inicio de lo que hoy es nuestra amistad. Muchos saben que la amistad que nos une es muy grande, pero casi todos ignoran la historia que hay detrás.

Por aquellos entonces, ella acababa de terminar la ESO. Sus mejores amigas eran las del colegio, con las cuales compartió toda su infancia y parte de su adolescencia. Era la hora de empezar una nueva etapa, la del Bachillerato, pero la distribución de clases hizo que ella cayera en un clase diferente a las de todas sus amigas. Se quedaba “sola” en clase. Acostumbrada a pasar muchas horas con ellas, no consiguió asimilar este obstáculo para algunos, problema para ella. Parecerá una tontería, pero cada persona es un mundo y no todos aceptamos los cambios de la misma forma. Ella veía que esta separación podía dañar su amistad con ellas, y más tarde, tristemente confirmaría este hecho. Sus mejores amigas, las que habían estado con ella cada día desde pequeñas empezaron a darle de lado, no la llamaban, le ponían escusas para no verla y alguna que otra se encargó de hacerle más daño de la cuenta, daño que voy ahorrarme y que sufrió durante cerca de dos años.

 Así y de esa manera, empezó a sentirse sola con escasos 16 años. Ella, cada día se preguntaba ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué a mí? Día tras día tenía que ver como ellas eran felices, entraban y salían, mientras ella se quedaba en casa llorando y sin amigas. Tal llegó el extremo,  que quiso dejar el bachiller, quiso dejar de estudiar. No se sentía con fuerzas ni ganas de seguir adelante. El dolor que aquella situación le causaba era más grande que sus ganas y capacidad de afrontarlo. Es duro ver como una niña de apenas 16 años, empezaba a entrar en una depresión que la sumía a no querer ir al instituto. Sin más amigas con las que salir y compartir, y sin ganas de estudiar y seguir adelante ¿Qué más le podía quedar?
Pues una madre. El coraje y el amor de una madre, que haría cualquier cosa por verla bien. Charla tras charla con ella, día tras día, hora tras hora dedicada a escucharla, aconsejarla. Ante la desesperación y decidida a no verla hundida, acudió a un especialista. Haría todo lo que hiciera falta, y movería cielo y tierra por verla de nuevo bien.

Nosotras, un día, sin más, empezamos hablar, le pregunte que le pasaba y decidió contarme por lo que estaba pasando. En aquel momento, no sabía que podía hacer por ella, así que me limité a escucharla. Tampoco es que nos uniera una gran amistad, pero día tras día, justo después de comer, las dos nos asomábamos a una ventana y pasábamos horas y horas hablando, bueno más bien me limitaba a escucharla. Escuchaba todo lo que llevaba dentro, todo el daño que le producía vivir aquella situación. Escuche frases duras por su parte, que para mi quedaran guardadas. La he visto soltar muchas lágrimas por unas amistades que demostraron que no merecían la pena. Dos años de instituto de verdadero tormento lo que vivió. Pero como todas las etapas, esa también llegó a su fin. Con esfuerzo y ayuda, consiguió sacarse bachillerato. Pero no solo había conseguido superar el problema, afrontarlo y sacarse un titulo, ganó una amiga, quizás una, pero mucho mejor que las que dejó atrás, yo. Fue ahí donde realmente comenzó nuestra historia. Esta amistad que crece cada día más y se hace más consistente. 

Hace 6 años cuando todo esto comenzó, ella me escribió una carta, me daba las gracias por haber estado ahí, por no haberla dejado sola y por haberme convertido en uno de sus apoyos en todo ese tiempo. fue entonces cuando le hice un trato, cada cumpleaños, una le escribiría una carta a la otra, contando cómo había vivido ese año. Trato que no podía romperse si alguna de las dos se marchaba fuera a estudiar o cualquier otro motivo. Prometimos que cada cumpleaños cada una recibiría su carta. Y así ha sido, hace 6 años que comenzó un juego de cartas entre las dos.

Una vez acabado el instituto, comenzaría una etapa distinta, la universidad. Dejando atrás todos sus miedos, afrontaba este reto con ganas e ilusión por conocer a gente nueva. Gente de verdad. Sabia quería en su vida y que no. En los tres años de carrera, pudo reemplazar todo el daño que vivió por alegrías y buenos momentos. Grandes amigas le ha dado, y sé que en especial una. Una por la que ha llorado al verla partir a su ciudad. Una amiga que estaba a muchos km de ella y que ahora esta cerca. Una amiga que se ha convertido en una hermana para ella.

Un día, ambas, conocieron a unos chicos.  Unos chicos que poco a poco se convirtieron en grandes amigos de ellas. Empezaron a quedar y a formar un grupo muy bonito del cual ella me hablaba mucho. Me hablaba ilusionados de ellos, de lo que reía. De que salían y entraban juntos. De las fiestas que se daban. Me contaba cómo eran. De que eran muy buenos. Y de que poco a poco se estaban convirtiendo en personas muy importantes por ella. Al fin tenia lo que siempre había querido. Amigos, pero no amigos cualesquiera. Sino de los de verdad. De los que ella empezaba a querer. Era feliz. Tanto, que la Nochevieja pasada, la pasamos en una casa, casa que estuvo ocupada por unas 12 personas. Personas que ella quería un montón. Tras volver,, me dijo: “Me siento mal, me siento vacía, necesito volver a esa casa con todos”. Palabras que me demostraron que significaba esas personas para ella.

He de decir que cuando ella considera a alguien que merece la pena, lo da todo. Es la primera que se presta a cualquier cosa. Lo que haga falta. Sin mirar nada. E intenta hacerlo lo mejor posible. ¿Pero qué pasa cuando empieza a ver que le fallan por segunda vez?

Cuando cree tenerlo todo, siente que la historia se está repitiendo de nuevo.  Aunque esta vez no tiene 16 años sino 22 y no está dispuesta a que nadie la pisotee ni la haga sentirse inferior a nadie. Ese grupo de amigos del que tanto me había hablado, se desvanece para ella. Tras haberse visto en medio de una discusión, de la cual no tiene culpa ninguna, sino todo lo contrario, solo intentó ayudar y hacerle el bien a una persona que quiere muchísimo, vuelve a sentirse “sola”. ¿Por qué se le falta el respeto, se le grita en mitad de una calle y nadie pide le perdón? ¿Por qué tiene que hacer como si nada ha pasado y pasar página con esas personas? ¿Por qué tiene que aguantar eso? ¿Por qué tengo que permitir verla llorar? ¿Por qué tengo que soportar yo que esas personas le hagan daño? ¿Por qué esa gente no se para a pensar en ella un poco? ¿Por qué no piensan en todo lo que ella le ha dado? ¿Por qué personas a las que quiere de verdad, la decepcionan? Si alguna de esas personas cree que tienen algo malo para echarle en cara a ella que sean capaz de decírmelo y entonces seré yo quien pida perdón por haber escrito esto. No pretendo dar pena con esta historia. Ella hace tiempo que la asumió y la afronté, pero dejad de hacer daño. Dejar de querer ser el centro del mundo, y ver más allá de vosotros mismos. Porque no solo perdéis una amiga, perdéis mucho más cosas que solo el tiempo os hará ver. Y hay personas que pierden mucho.  

Os preguntareis quizás porque me meto en todo esto, pero es que me cansé. Me cansé de las falsas apariencias, de las falsas amistades, de las amistades convenidas, del hacer daño solo para joder. De yo quedo contigo, para que la persona vea que hemos quedado. Me he cansado de que el bueno de la película siempre sea el bueno y no pueda ser el malo, escuchar engaños, de que se excuse lo inexcusable. Me he cansado de vuestro “grupo de amigos ideal”. No hay grupo. No hay nada. 

Solo me queda decirle a ella, que aunque la historia vuelva a repetirse, NO ESTAS SOLA, no lo has estado y no lo estarás. Que lo que no mata, te hace más fuerte.


Ella se desahoga conmigo, yo lo hago aquí.

lunes, 17 de septiembre de 2012

¡Ni una mas!


¿Habrá algún día en la que esta Universidad NO ME INDIGNE?

Ya va para dos años soportando ser los "pringados de turno" en esta Universidad.

Expongo los hechos:

Mi carrera Biblioteconomia y Documentación (muchos ni la conoceréis) es de tres años, por lo tanto cuando me titulo salgo con una diplomatura bajo el brazo. Después, el estudiante que termine tiene varias opciones:
1. Continuar dos años mas y salir como LICENCIADO/A
2. Quedarse con esos tres años de Carrera y ser simplemente DIPLOMADO/A
3. Opciones varias despues de la diplomatura (cursos, masteres, etc...)

Bien, hasta hace un par de años (tiempo en el que la crisis no hacia efecto aun, y la gente trabajaba mas que estudiaba) la nota de corte de mi carrera era de 1 sobre 4 o en su equivalencia 5 sobre 10 aprox. Visto asi ¿era fácil entrar no? Pues bien, desde hace dos años y centrándome mas en éste porque lo he vivido personalmente, la nota de corte ha quedado en 1.84 sobre 4, o 7.2 aprox. sobre 10. Puedo llegar a entender esa subida porque la gente se ha volcado de nuevo en los estudios ante la falta de trabajo, y han decidido retomar sus estudios. ¿Pero qué o quienes han provocado esa subida de corte?

He de aclarar que la Licenciatura corresponde a un Segundo Ciclo, es decir, cualquier persona que posea una diplomatura puede acceder a carreras de Segundo Ciclo, independientemente de lo que haya estudiado anteriormente. Por ejemplo, un chico que ha estudiado fisioterapeuta (carrera de tres años) decide hacer mi carrera, Documentación. ¿Tiene algo que ver una carrera con la otra? NO ¿Están en su derecho de hacerla? SI.

Ahora bien lo que no me parece justo, es que alumnos que se han tirado tres años empollando la Diplomatura (Biblioteconomia), quieran acceder a la Licenciatura de su propia carrera Y NO TENGAN PLAZA!!! Desde hace dos años, los alumnos procedentes de otras carreras pueden acceder a esas plazas que oferta la facultad para licenciados dejando fuera a los que provenimos de la diplomatura. Yo misma me preguntaba ¿como es posible que no se de prioridad a los alumnos que estamos matriculados en nuestra carrera y luego las plazas que sobren se oferten a alumnos de procedente de otras carreras? PUES NO!... Aqui todo del reves, el acceso ha sido por nota de expediente sin mirar nada mas.

Hoy, precisamente he hecho mi matricula para la licenciatura, y hemos sido admitidos 60 alumnos en total de unas 200 solicitudes, y SIMPLEMENTE 10 HEMOS entrado de MI DIPLOMATURA ¿los 50 restantes de donde salen? ¿de que carrera proceden? ¿con que fin ocupan plazas que luego a mitad de curso quedan libres porque dejan de ir a clase ? NO LO ENTIENDO! Os juro que no entiendo esta política que la Facultad ha tomado de dejar a alumnos de la propia facultad fuera dando prioridad a gente que realmente no está interesada (vale algunos quizás, pero mas de la mitad NO). Pues JODE, y jode mucho. Y si ya nos hacemos la pregunta del millón ¿a quien nos quejamos? ¿a los que hace un año casi nos quitan el derecho a hacer nuestra licenciatura? ¿a personas que dicen defender los derechos del estudiante? ¿así? Venga ya! todo esto es LAMENTABLE, como todo lo que hacen últimamente. Claro que decae la EDUCACIÓN, con cosas asi, POR SUPUESTO QUE DECAE! Alumnos que estan dispuestos a estudiar, no pueden porque una serie de personas toman decisiones sin lógica alguna.

Y voy mas allá, las clases se "atrasan" con alumnos procedentes de otras carreras. Guste o no guste es así. Los profesores son conscientes de que este porcentaje de alumnos que acceden a la licenciatura y que no tienen una base de TRES AÑOS atras, son un handicap para los alumnos que vamos con una base medianamente buena (aquí también influye el propio alumno). Y eso lo he vivido personalmente en clase durante tres años. Que es cierto, que hay alumnos bastante competentes y la diferencia es mínima o nula, pero ¿y el resto? ¿por que debemos de soportar que en vez de ir hacia adelante vayamos hacia atrás? ¿o quedarnos estancados?

Ya está bien de hacer las cosas del revés, de ir como los cangrejos, de ser los últimos en ser escuchados (y si es que se nos escucha), de ser los que pagamos los platos rotos de decisiones en las que no somos participes simplemente porque no nos dejan participar. Y ya está bien de seguir callados, y si, quizás sea una tontería escribir esto y no llegue a ningún lado, pero ya no puedo dejar pasar las cosas como si nada. Estoy harta de escuchar "no te cabrees total no vas a llegar a ningún lado", es una tras otra, Y YA NO QUIERO NI UNA MAS! No se si lo habréis pensado cada uno de vosotros, pero lo que está en juego es mi carrera, vuestra carrera y con ello mi futuro, vuestro futuro, así que perdonadme que os diga, pero con eso no se juega. Con el mio al menos NO.

domingo, 15 de julio de 2012

Hace un mes...justo un mes.


El día transcurría con tranquilidad. Nada raro me hizo sospechar lo que estaba a punto de vivir unas horas después aquel 15 de Junio.

Pocos días antes había sido mi cumpleaños. Un cumpleaños muy distinto al que había vivido años atrás, aunque a decir verdad todos los cumpleaños tienen su toque especial. ¿Pero éste? Os puedo asegurar que éste mas. Y en todos los aspectos, tanto para bien como para mal.

Eran las 00.00 del día 12 de Junio cuando empezaron a llegar mis primeras felicitaciones y precisamente fueron las dos primeras las que más me emocionaron. El contenido de aquellos dos mensajes, cada uno por separado, hicieron que empezara mis 23 cumpleaños llorando. Pero esta vez las lágrimas no eran de dolor, como meses atrás. Por primera vez, en este año sentí el cariño que había necesitado durante estos  meses atrás, pues no han sido nada fáciles para mí. Luego llegaron felicitaciones sucesivas de gente que quiero, de gente no tan cercana, de amigos, de conocidos y de gente que me felicitó por primera vez sabiendo que no sería la última. Definitivamente no era un cumpleaños cualquiera. Eran mis 23 primaveras.

El resto del día transcurrió tranquilo, como cada año, mi gente está estudiando y yo también, y poco se puede hacer. Por tanto la celebración quedaría aplazada hasta el fin de semana, en la que saldría de fiesta. Soplé las velas en compañía de mi familia y mi mejor amiga (ella pase lo que pase nunca falla) y de esta manera terminaría ese día especial para mí. Un día tranquilo sin mas.

Llegó viernes 15, un día cualquiera si no fuera por lo que viviría por la tarde justo antes de salir. Era la celebración de mi cumpleaños, y saldría de fiesta. Así que como cada noche que salgo me fui a casa de ella, mi mejor amiga y vecina, a peinarme y a charlar un rato. Cuando yo salí de casa, simplemente se encontraban en ella mis padres y mi hermana.
Terminada la sesión de peluquería, me fui a casa para terminar de arreglarme. Ella, venia conmigo, nada me hacía sospechar lo que habría detrás de esa puerta. La abrí y la verdad lo único que recuerdo fue ver mucha gente (pero no me fije en quien), y una tarta con las velas encendidas, debía volver a soplar 23, ¡pero esta vez muy bien acompañada! Ella, cabeza pensante de la sorpresa, me la jugó, como meses atrás yo se lo había jugado a ella. Me preparó una fiesta sorpresa, una fiesta que jamás olvidaré, sobre todo porque ha supuesto un cambio muy importante para mí. Era hora de disfrutar, y sonreír, ser yo, olvidándome de preocupaciones y hechos que hasta el momento solo me habían hecho daño.

Soplé las velas, fui a cambiarme de ropa porque mis pintas no eran decentes (las suyas fueron parecidas) y cuando volví, entonces empecé a darme cuenta de todo que había montado. La casa estaba llena de globos, felicitaciones, regalos, gente, etc. Como si no fuera poco, tenía una amiga al teléfono desde Jaca (Huesca), y a un amigo al que adoro por Cam. Todos a la vez, estuvieran físicamente presentes o no, querían ser participes de ese momento conmigo y no podía hacer otra cosa que volver a llorar de alegría. Aquellas personas reunidas allí y otras que no lo estuvieron, son mi motor en el día a día. Fueron esas personas las que me hicieron comprender que lo bonito de un cumpleaños no es cumplir años, sino darse cuenta de las personas que realmente forman parte de tu vida. A todos os doy las GRACIAS. Gracias por haberme hecho tan feliz.

Ella, mi mejor amiga, y de nombre Vanesa, se las apañó para juntar a todas mis amistades posibles (otras no pudieron asisti). Y sé que no fue fácil, puesto que no tienen nada que ver unas amistades con otras. Las reunió una por una, hasta conseguir lo que consiguió, que mi 23 cumpleaños no fuera un cumpleaños cualquiera. Gracias por hacer lo Imposible, POSIBLE. A ti, que desde hace 6 años eres esa alma gemela que ve a través de mi, que vive a través de mi, y que disfruta haciéndome feliz. GRACIAS.

Hoy, justo un mes después de esa fiesta, quiero que sepáis porque me hicisteis el doble de feliz.

Aquel día comprendí que las personas van y vienen en tu vida. Que muy pocas son permanentes y que muchas son pasajeras. Que personas por las que pondrías la mano en el fuego, te dan la espalda de la manera más descarada y dolorosa posible. Personas por las que has dado todo, tu tiempo, tus ganas, tus risas, tus lágrimas, TODO se vuelven ciegos ante otras personas, y aunque intentas por todos los medios, poner remedio, no quieren y prefieren las distancias. Si, personas importantes en mi vida a las que eché en falta este cumpleaños, pero que si no están en él no fue precisamente porque yo me opuse, sino porque el corazón lo tienen más duro de lo que ellos mismos se imaginan, el odio y el rencor les impide ver más allá. Y es triste y duro a la vez, solo yo sé lo que he tenido que aguantar estos meses, callar y tragar ¿por qué? Porque había muchas personas en medio, personas que quiero con locura, y que por nada del mundo quiero verlas sufrir, aunque irremediablemente se han visto afectadas. Pero YA NO MÁS. SE ACABÓ.

Ese cumpleaños me recordó algo que mi mente había olvidado. Ser feliz. Ser feliz depende de uno mismo, dependía de mí quedarme estancada en ese dolor o seguir adelante. Atrás queda ba todo cuanto me hizo daño. Ese 15 de Junio, decidí que debía cambiar la mentalidad con la que llevaba meses atrás y dejar pasar el tiempo. Todos cuantos me querían acudieron a esa fiesta de cumpleaños y los que por motivos justificados no acudieron, me abrieron las puertas a sonreír de nuevo.

Así di comienzo a mi particular 2012. ¿Y qué mejor comienzo que cumpliendo 23 cumpleaños? Hay decisiones que deben tomarse por muy duras que sean. Y yo decidí apartarme de todo lo que me hacia sufrir, aunque precisamente eso doliera.

Un mes después, he decir que la tranquilidad llegó a mí. Y sobre todo que el tiempo es el mejor aliado para calmar las cosas y dejarlas pasar. Aun si, la esperanza es lo último que perderé.

Hoy, toca SER FELIZ.



Gracias a todos aquellos que los días
 12 y 15 de Junio formaron 
parte de mi felicidad.